Papi, papi,
tienes algo
que no tiene nadie
Cuando me miras la boca
se me corta el aire
Te asomaste a la ventana
al final del día
En el pecho te brillaba
una luz prendida
¡Qué hermoso era tu pecho,
una blanca luna!
No lo cubras, la camisa
solo lo importuna
¡Qué herida me condena
sin guardar reposo!
Hondo beso y honda muerte
la que hay en tu rostro
Hondo beso y honda muerte
la que hay en tu rostro