Sean bienvenidos, pasen y
cojan su sitio para lo que van a ver.
Un país podrido, destrozado y abatido,
incapaz de responder, a la intolerancia
causada por la ignorancia, de los mismos
cerdos que manipulan medios despojados
de criterio, controlando el pueblo a su merced.
Solo pretenden mantener,
la sumisión en el tropel,
son los esbirros del viejo poder,
los siervos del engaño.
Es la democracia, la mayor de las falacias
que nos pretenden vender.
Jueces y banqueros, maleantes y embusteros,
son la sombra del ayer.
Son parte del circo de herederos del franquismo
que ahora quieren esconder, que nada ha cambiado,
todo sigue bien atado y que siempre tendrán el poder.
Te encuentras otra vez,
de cara a la pared,
destierra el llanto,
rebélate.
Despierta, vienen tiempos de guerra,
el yugo siempre acecha, el miedo
va haciendo mella.
Hartos, de confundir los bandos,
los buenos con los malos,
el grito con el pecado.
Vivimos entre ratas que nos quitan y arrebatan el derecho a liberar nuestra expresión
silencian, ejecutan, manipulan y refutan todo aquello que les quita la razón
harto de “ritas” y “ratos” que llenan el plato amparados por la ley
son lobos con piel de cordero y el puto dinero es su patria y su rey
pero es hora de alzar la mirada, para así derribar la alambrada
demostrar que esa guerra jamás fue ganada y que no calmarán nuestra rabia.
Aún nos queda soñar horizontes, aún nos queda cantar mil canciones
aún nos queda romper los esquemas salir a las calles quebrando su orden.